La valentía de decir “no puedo”

by | Abr 5, 2024 | Crecimiento

Ciertamente puedes hacerlo.
Eso es lo que decía la gente.
Debes reunir coraje.
Eso es lo que decía la gente.

Así que lo hice.
Me armé de valor.

Me armé de valor y dije:
no puedo hacerlo.

Este poema de Lee Kyu-gyeong refleja el reconocimiento y la aceptación de las propias limitaciones.
Al principio, se espera que el poema promueva la típica ética del trabajo incansable, pero el mensaje sorprende gratamente: la valentía también reside en admitir “No puedo hacerlo”. Esta confesión no es una señal de fracaso, sino un acto de honestidad con uno mismo, reconociendo que no siempre la perseverancia lleva al éxito deseado.

Reflexionando sobre mi vida, comprendo ahora que mi periplo profesional, cuando comencé a trabajar en un gran medio de comunicación y después en otras corporaciones internacionales, ha sido más una respuesta a las expectativas de otros que a un deseo personal auténtico. Sin darme cuenta, seguí un camino trazado por aquellos que me precedieron, sin preguntarme verdaderamente si era lo que yo quería. Sin embargo, una vez inmerso en el entorno corporativo, me di cuenta de que distaba mucho de lo que había imaginado. El éxito no se medía por la calidad del trabajo, sino por los beneficios que podía aportar a los accionistas.

Esta experiencia me enseñó una lección vital sobre la felicidad y la autenticidad: la importancia de seguir un camino que resuene verdaderamente con nuestros deseos y necesidades, en lugar de conformarnos con las expectativas ajenas. La verdadera valentía reside en poder decir “No puedo hacerlo” o “Este no es el camino correcto para mí” y buscar una ruta que se alinee mejor con nuestro ser.

Motivado por esta visión, dejé un trabajo cómodo y bien remunerado. Así, fundé una editorial con el propósito de recuperar obras del pasado sepultadas por el tiempo y la baja rentabilidad. Además, inicié otros proyectos más lucrativos que me permitieron seguir explorando los caminos que se abrían ante mi. Hoy sigo en esa búsqueda, y puedo decir que distingo más luz que nunca.

Mi historia se convierte así en una guía para repensar la vida. Trato de seguir algunos principios de sabiduría: buscar la calma para entender nuestros verdaderos deseos, reconocer que no todas las metas son para nosotros, aprender a soltar y entender que la perfección es un obstáculo para comenzar. Me he dado cuenta de que el futuro es incierto y que eso está bien; lo importante es caminar hacia él paso a paso, explorando intereses y pasiones fuera del trabajo, y permitirse soñar y descubrir nuevas oportunidades en el proceso.

La valentía de decir “no puedo”, en esencia, es una reflexión sobre el coraje de conocerse a uno mismo, aceptar las limitaciones y perseguir con valentía los caminos que verdaderamente nos pertenecen. Es un recordatorio de que, en la búsqueda de nuestra autenticidad, a veces el acto más valiente es admitir dónde no debemos estar, para así encontrar dónde verdaderamente pertenecemos.


Artículo inspirado en The Courage to Say I Can’t de Haemin Sunim publicado en la revista Tricycle en marzo de 2024.